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Mostrando las entradas de agosto, 2018

En mis chancletas

Tranquila ,  que   acá  nadie  le   va    a  hacer  nada . Ahí, al lado del anafe hay un balde. Cuando quiera tomar mate o tomar agua traiga de la canilla de afuera. Escuchó?  No  vaya  a  tomar la de  acá adentro  que   va   a  estar descompuesta veinte días seguidos. Cuando tenga  que  ir al baño, y tirar la cedena, tenga cuidado  que   no  corta, tiene  que  meter la mano y bajar usted la palanquita. Hace rato  que  pierde agua la mochila del inodoro, rompió las uniones de la tapa, anda floja  no vaya  a  s er  que   le  pellizque la colita. Pero vamos mujer! Una sonrisita, era un chiste, para romper el hielo. La verdad es  que  en bastante insulsa de veras, en vivo. En la tele parecía más linda. Bueno  le  decía del inodoro, pierde, ahí  va   a  ver  que  dejamos un tachito, no  se preocupe, ése  no  hace falta  que  lo vacíe, porque de ahí toman los gatos. La van  a  despertar las gallinas, sí, qué  va  ser.  Le  tiene  que  dar vio la bolsa esa de arpillera? Ahí est

AMIRA

Por la puerta del pasillo, el sol se asoma en la lengua de sus zapatillas. La rueda está desinflada, el tiempo de salida ajustado. Casi autómata, ve pasar el colectivo, y en la ventanilla,  lo ve, leyendo un libro. Es él. Él no la vio. El viento le sacude el flequillo, una hoja marrón se posa en su mejilla, y se queda pagada a la lágrima, que aprovechó la ocasión de salir, ahora que anda distraída. Respira profundo, se acomoda el pantalón, y sale, apretadita por el portón, Amira. Y ese bondi que se escapa, y ese viento que cuela. Hace días que no come bien, ni duerme de noche. No va a ir al doctor, porque no quiere saber nada de malas noticias. Anoche llovió, y casi llegando al trabajo, se da cuenta de que a Mateo no le queda ningún pantalón seco. Entonces saca el teléfono, y cuando está por apretar el botocito del micrófono, se resbala de sus dedos, mojados, y la pantalla estalla en mi pedazos. Y no puede maldecir porque están todos los chicos, entonces respira hondo, mira al ci

Lo importante es que lo tengas

                                                                                       ¿Nunca te preguntaste cómo sería tu vida,                                                                                                             si hubieses podido elegir? Lo importante es que lo tengas, Me dice Marta, la vecina de al lado. Que vivió toda la vida golpeada por su marido policía, violentada por el silencio cómplice de los vecinos y de sus hijos . Hasta el último día guardaron silencio, y ahora viuda ella, y grandes ellos, le ocupan su casa, le dejan los chicos y la retan por cómo los malcría . Y, por supuesto, ningunean cualquier opinión que tenga. Callate má, vos qué sabes. - Claro, lo importante es que lo tengas , asiente Emilia, la de enfrente, que quedó embarazada la única vez que tuvo sexo con un hombre. Ese hombre que nunca supo que tenía una hija. Porque decírselo ya a los 7 meses, después de la panza fajada, la vergüenza escondida y el ahogo del secreto, era

PALPITO

Todavía es de noche cuando se levanta y le cuesta despabilarse porque casi no pegó un ojo por el calor y los zumbidos. Se levantó tres veces: a poner el espiral, al baño y a mojarse un poco la nuca. Antes de salir se toma tres mates, le da un beso a la Flaca, que está dormida, le deja agua al Rayo, que le mueve la cola, lo acaricia, y sale. Apenas pisó la calle tuvo el pálpito. Algo iba a pasar. La vieja le decía que por pisciano es que intuía tanto. Y siempre le repetía: acordarte de escucharte. No era el primer pálpito que tenía: cuando le robaron la moto allá en la ruta 3, cuando lo estafaron con el auto, cuando la Flaca se fue a Corrientes embarazada y tuvo que a dar a luz al tercero en el micro. Algo le avisaba que iba a pasar algo. No exactamente qué... Algo. Era como un hilito que tiraba desde adentro.        Casi vuelve a dejar la billetera, a ver si era eso lo que se palpitaba. Pero si volvía perdía el de y trece. Ma sí, total, lleva la llave, la sube y en la billetera el

VACUNA

         Revolviendo la leche fría con Nesquick, mientras le responde un mensaje con furia a su ex, Mamá le explica a Fede que no va a pasar esta navidad con papá, porque se va de viaje con su novia nueva, y que no, que no insista, que no  le va a comprar un arma de juguete porque ese, es un juguete que fomenta la violencia.     Revolviendo en la mochila en el  jardín, buscando a Iron Man, Fede se da cuenta que no lo trajo, y se ahoga en su llanto. Ramiro se ríe, lo señala y le dice "mariquita". Fede con los ojos empañados de lágrimas, se levanta con furia y lo empuja. La seño lo lleva a dirección y le dice que se va a quedar ahí en penitencia.     Por la ventana de la dirección Fede ve pasar a Aquiles en su carro, lleno de cartones,  el papá azota con furia estallada el lomo del caballo,  Aquiles sueña con que es caballero del zodiaco y le caen estrellas del cielo. Se mira en el reflejo de los charquitos y viaja lejos, lejos,  al mundo del otro lado del reflejo, donde t

LA TIJERA

     Necesito decirle seño, es que… yo no pude.       Seño... no la traje. Le quise avisar a la mami, pero ella tenía brillosos los ojos anoche y andaba de acá para allá como torbellino. Siempre se pone así cuando al Manu le empieza a  faltar el aire, encima Rober se fue hace muchos días, estaba muy borracho y la mami lo echó, pero él se llevó la moto y no teníamos cómo llevarlo. Entonces yo le dije deja Ma, me crucé del Mono y él salió con todas las manos negras. Estaba arreglando los coches de las partes esas que le traen, dice la mami que en algo raro anda el Mono, pero él enseguida se limpió la manos grandotas que tiene (son como trompas de elefante los dedos, parecían recién sacadas del barro) y me dijo deci le a la mami que se quede tranquila , que yo la llevo.     Y entonces la mami los levantó a los demás, nos pusimos las camperas y en el camino dijo puta me olvidé la frazada !  yo le agarré así la mano, pero ella no se dio cuenta, estaba muy nerviosa. Yo le veo los 48

Aguacero

En la mesa hay una vela. Y en la vela, hay una lágrima de fuego, que es mirada por la mami y por su hijito. El hijito  acaba de vaciar en el baño, el balde de lata. En el balde de lata, hay una gota, que cae panzona y primeriza, al mar de las goteras. En las goteras hay un tic tac que resuena sin parar en el aire de la cocina. En el aire hay una melodía, que inventan los dedos del hijito,  golpeando la mesa. En el techo de chapa hay un concierto de gotas y de viento. En el viento hay un silbido que asusta al perro, y esconde a los pájaros. En la mesa hay un pan, un sólo pan amasado sin levadura por la mami. En el pan, hay una grieta, una montaña, y una cueva, donde el hijito quisiera jugar con sus muñecos de palitos y plastilina. -Mami, quiero buscar mis muñequitos, me tienen preocupados. Me deben estar buscando, ahí solitos. -No se puede, hijito, quedaron en la pieza, dice la mami, señalando con el dedo la puerta de la pieza. En el dedo de la mami hay muchas ampollas,