piezas rotas

A la mañana recordé
la pileta que llenábamos
y llenábamos
y siempre amanecía
vacía .
Resultó ser que había un agujero
por el que se fugaba
toda expectativa.
A la tarde
vi una plaza enrejada
todo ese verde
a la espera
de que algo
fabuloso
o extraordinario
suceda
y tanta libertad,
asesinada.
A la noche
en el tren
una nena
jugaba con la muñeca
toda envuelta
en plástico
para que no se arruine.
Vi a la belleza
muriendo de asepsia.
Vi a la pasión asfixiándose
de pena
Y de pronto
ese bocinazo
de una ambulancia
que casi me pisa
me dejó aturdida de espanto
pensado
en la potencial
tragedia sobre tragedia.
Y entonces
le pedí al universo
que deje de conspirar
mostrándome
a cada paso
las piezas rotas
de eso
que no pudo ser
                         llamado
                                     nosotros .

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