ahora
Ahora que no puedo ir a visitarte, te encuentro en el aroma a alcauciles y la escarcha del invierno. Te apareces de golpe, y a veces sonrío pero otras hago fuerza para que no me vean llorar. Ahora, me pregunto si las decisiones me van tomando, o yo no decido nada, para encontrarme haciendo exactamente todo aquello que juré que no iba a hacer, o de lo que me burlaba, o lo que (ahora me doy cuenta) no entendía. Ahora puedo ver todo a través del cristal de lo inexorable, todo se me hace claro cuando estoy en tu lugar y digo las mismas cosas. Ahora me pregunto si de tanto hacerse fuerte, una termina por no sentir nada. Si quedarse solo es una trinchera para que el dolor venga sólo de adentro. Si amigarse con los monstruos es un acto de coraje o una necesidad de supervivencia. Ahora sé que cuando me ofrecías de llevarlo a tu nieto a comprar, para que salga y no esté solito, en realidad era al revés. No te animabas a decir que estabas...